Mensaje del 25 de junio de 2020

“Queridos hijos: escucho vuestras súplicas y oraciones e intercedo por vosotros ante mi Hijo Jesús, que es el Camino, la Verdad y la Vida. Hijos míos, regresad a la oración, abrid vuestros corazones en este tiempo de gracia y emprended el camino de la conversión. Vuestra vida es pasajera y sin Dios no tiene sentido. Por eso estoy con vosotros, para guiaros hacia la santidad de la vida, para que cada uno descubra la alegría de vivir. Hijos míos, os amo a todos y os bendigo con mi bendición maternal. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”