Mensaje del 25 de mayo de 2022

“¡Queridos hijos! Os miro y doy gracias a Dios por cada uno de vosotros, porque Él me ha permitido estar todavía con vosotros, para animaros a la santidad. Hijos míos, la paz está deteriorada y Satanás quiere la tribulación. Por lo tanto, que vuestra oración sea aún más fuerte con el fin de que todo espíritu impuro de división y de guerra sea silenciado. Sed constructores de paz y portadores de la alegría del Resucitado en vosotros y a vuestro alrededor, para que el bien triunfe en cada hombre. ¡Gracias por haber respondido mi llamada!”