Mensaje del 25 de Noviembre de 1988

“¡Queridos hijos! Los invito a la oración para que en la oración, ustedes tengan un encuentro con Dios. Dios Se ofrece y Se da a ustedes. Pero El desea de ustedes que ustedes respondan con libertad a Su llamado. Por eso, hijitos, encuentren durante el día un tiempo para poder orar en paz y con humildad y encontrarse con Dios el Creador. Yo estoy con ustedes e intercedo por ustedes ante Dios. Por tanto, estén atentos, a fin de que cada encuentro en la oración sea un encuentro gozoso con Dios. Gracias por haber respondido a mi llamado!”