Mensaje del 25 de Noviembre de 1999

Queridos hijos, hoy también los invito a la oración. En este tiempo de gracia, que la cruz sea la señal de amor y de unidad por la cual llega la paz verdadera. Por lo tanto, hijitos, oren, especialmente en este tiempo, para que en sus corazones nazca el Niño Jesús, creador de la paz. Sólo con la oración llegarán a ser mis apóstoles de la paz en este mundo sin paz. Por eso, oren hasta que la oración se convierta para ustedes en gozo. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!