Mensaje del 25 de Octubre de 2010

“Queridos hijos, que este tiempo sea para vosotros tiempo de oración. Mi invitación quiere ser para vosotros, hijitos, una invitación para que os decidáis a seguir el camino de la conversión, por eso orad y pedid la intercesión de todos los Santos. Que ellos sean para vosotros ejemplo, estímulo y alegría hacia la vida eterna. ¡Gracias por haber respondido a la llamada!”

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