Mensaje del 25 de Septiembre de 1990

“¡Queridos hijos! Los invito a la oración con el corazón, para que su oración sea una conversación con Dios. Yo deseo que cada uno de ustedes dedique más tiempo a Dios. Satanás es fuerte y quiere obstaculizarlos y engañarlos de muchas maneras. Por eso, mis queridos hijos, oren cada día, para que sus vidas sea buenas para ustedes mismos y para todos aquellos a quienes ustedes encuentren. Yo estoy con ustedes y los protejo, aún cuando Satanás trata de destruir mis planes e impedir los deseos del Padre Celestial que El quiere realizar aquí. Gracias por haber respondido a mi llamado!”