Mensaje del 25 de Septiembre de 1999

Queridos hijos, hoy nuevamente los invito a que se vuelvan portadores de mi paz, especialmente ahora, cuando se habla de que Dios está lejos. En verdad, jamás ha estado Él tan cerca de ustedes. Los invito a que renueven la oración en sus familias leyendo la Sagrada Escritura, y que experimenten la alegría en el encuentro con Dios, quien ama a sus criaturas infinitamente. Gracias por haber respondido a mi llamado.