Mensaje del 28 de Febrero de 1985

Queridos hijos, hoy los invito a que en esta semana vivan estas palabras “yo amo a Dios”. Queridos hijos, con amor pueden conseguirlo todo, aún aquello que les parece imposible. Dios quiere que esta parroquia le pertenezca toda a Él. Y yo también lo deseo. Gracias por haber respondido a mi llamado.