Mensaje del 5 de Junio de 1986

Queridos hijos, hoy los invito a que se decidan a vivir los mensajes que les estoy dando. Deseo que sean activos en vivir y comunicar los mensajes. De modo especial, queridos hijos, deseo que todos ustedes sean un reflejo de Jesús que ilumine a este mundo infiel que camina en tinieblas. Deseo que todos sean luz para los otros y que den testimonio de la luz. Queridos hijos, ustedes no han sido llamados a las tinieblas sino a la luz. Por lo tanto, vivan la luz en sus vidas. Gracias por haber respondido a mi llamado.